Una de las situaciones más incómodas que se pueden presentar es estar al lado de una persona que tenga mal aliento y no saber cómo decírselo. Podría ser también, que el que sufra de mal aliento sea usted y no lo haya notado.
Cepillarse la boca con frecuencia, limpiarse la lengua, usar hilo dental; son algunas cosas que las personas que sufren de este mal hacen a diario, pero nada les funciona. En los supermercados y farmacias, aunque son muy poco conocidos, existen los cepillos interdentales, están diseñados para limpiarse entre los dientes, donde no llega el cepillo dental. Usar un cepillo interdental a diario, como un complemento al cepillado dental, es una manera sencilla y eficaz para mantener las encías y los dientes en buen estado de salud.
La primera recomendación es usar un cepillo interdental en su limpieza dental diaria. Cuando se usa este tipo de cepillos en los espacios entre diente y diente, los dientes o bordes internos se limpian y quedan libres de restos de comida. Lo recomendable es doblar un poco la punta y que llegue al lugar deseado para la respectiva limpieza. Es impresionante la cantidad de desechos de comida que se acumulan en estos lugares y que son causales probables de su mal aliento, recuerde que lo acumulado se traduce en sarro y bacterias en su boca.
Tenga presente que cuando estos cepillos se usan por primera vez, la primera semana podría usted experimentar un leve sangrado al momento de la limpieza, no se asuste, es normal y dejará de sangrar después de una semana de uso. Recuerde que las encías son bastante sensibles.

Lo segundo que usted debe hacer para una correcta limpieza de su boca es el uso de hilo dental. Su uso es ideal para eliminar pedazos grandes de comida que se quedan incrustados entre los dientes. Pase la seda entre los dientes con movimientos suaves. No meta nunca el hilo dental con brusquedad en las encías; cuando el hilo dental alcance la línea de las encías dóblela formando una C contra un diente. Deslícela cuidadosamente por el espacio entre la encía y el diente, retire el hilo de la encía con movimientos ascendentes y descendentes.
Tenga presente que el hilo dental ayuda a eliminar los restos de comida que se quedan entre los dientes y que los cepillos interdentales no pueden retirar.
La tercera recomendación, es cepillarse siempre la lengua en cada limpieza y el uso de enjuague bucal, que es una solución que se usa para mantener la higiene bucal después del cepillado de dientes. Lo ideal es hacer gárgaras dos veces al día, será la mejor manera de proteger su boca y le ayudará a eliminar las bacterias y microorganismos causantes de caries y el aliento desagradable. Existen muchas marcas en el mercado, usted elija la que mejor resultados le otorgue.
Recomendaciones:
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- Visite al dentista, por lo menos una vez al año, para hacerse una limpieza dental, eliminar el sarro y descartar cualquier indicio de enfermedad periodental.
- No olvide que el mal aliento por las mañanas es algo muy usual, que no supone ningún problema pues tiene una explicación fisiológica y suele desaparecer con la higiene bucal matutina habitual.
- La saliva ayuda a eliminar y neutralizar las bacterias gracias a que contiene enzimas naturales que bloquean su acción y desarrollo, por tal motivo la hidratación es importante.
- El mal aliento puede ser signo de una enfermedad, por lo que si no desaparece, es importante que consulte a su médico y no lo pase por alto.